En el año 2006 coincidimos en un grupo de juego hispanohablante privado. Todas tenemos una relación especial con el mundo hispanohablante porque nosotras mismas, nuestro cónyuge o nuestros padres son españoles o latinoamericanos.
Este contexto familiar nos ha unido rápidamente y después de poco tiempo empezamos a encontrarnos fuera del grupo de juego.
Nos concentramos en grupos de juego y todo tipo de actividades el fin de semana, para poder ofrecer un entorno hispano a nuestros hijos en el cual puedan hablar y escuchar el castellano.